La sexta etapa del Tour de Francia 2025 dejó un doble protagonista: Ben Healy, quien logró una victoria contundente en solitario, y Mathieu Van der Poel, que recuperó el maillot amarillo tras una actuación que rozó el límite. La jornada, marcada por el viento y los constantes desniveles de Normandía, supuso también un momento estratégico para Tadej Pogacar, quien habría considerado la posibilidad de ceder el liderato para ganar margen táctico en las próximas etapas. Sea cual sea su favorito, una cosa es segura: no se pierda la carrera, y muchos de nosotros estamos explorando cómo realizar apuestas con el código promocional de Betano «PROMOVIPCL».
Subidas, ritmo fuerte y una fuga peleada
El pelotón partió desde Bayeux en dirección a Vire Normandie, en un recorrido de más de 200 kilómetros con un desnivel acumulado que superaba los 3.500 metros. Durante los primeros kilómetros, la carrera se mantuvo controlada, con Intermarché-Wanty y Lidl-Trek liderando el grupo en busca del esprint intermedio, donde Jonathan Milan se impuso, seguido de Van der Poel y Biniam Girmay. Este resultado permitió a Girmay volver al primer puesto de la clasificación por puntos.
No fue hasta después de ese tramo cuando se desató la verdadera batalla por la fuga. Quinn Simmons fue uno de los más activos, intentando múltiples ataques hasta que, finalmente, se consolidó un grupo de escapados que incluía a él mismo, Ben Healy, Will Barta, Harold Tejada y Mathieu Van der Poel. Poco después, se unieron Eddie Dunbar, Simon Yates y Michael Storer, completando un grupo de ocho corredores en cabeza.
La ofensiva de Healy y su camino hacia la gloria
Con el paso de los kilómetros, la diferencia entre la escapada y el pelotón fue aumentando progresivamente. Healy decidió moverse a falta de 42 kilómetros para el final, en un ataque que no recibió respuesta inmediata de sus compañeros de fuga. Su ventaja creció rápidamente, y logró coronar el último gran ascenso con casi un minuto sobre sus perseguidores más cercanos y seis minutos sobre el grupo principal, que ya no ofrecía resistencia.
El ciclista irlandés mantuvo su ritmo elevado hasta la meta, demostrando una vez más su capacidad para brillar en jornadas de alta exigencia. Esta victoria lo convirtió en el séptimo representante de Irlanda en ganar una etapa del Tour de Francia, sumando así otro capítulo destacado a su palmarés.
Van der Poel, salvado por segundos
En el grupo de escapados, Van der Poel intentaba asegurar el liderato general. Aunque se mostró fuerte durante gran parte de la etapa, en los kilómetros finales empezó a perder terreno. Pese al esfuerzo de sus rivales por recortarle tiempo, el neerlandés cruzó la meta con el margen justo para volver a liderar la clasificación general, después de haber perdido el maillot amarillo por una mínima diferencia en la contrarreloj anterior.
El pelotón, liderado por Visma-Lease a Bike en los últimos tramos, no logró reducir lo suficiente la diferencia como para impedir que el maillot cambiara de manos. Así, Van der Poel vuelve a lo más alto en la víspera de una etapa clave con final en Mûr-de-Bretagne, un escenario que ya conoce bien y que promete emociones fuertes.
